Club Brugge 3 - 3 FC Barcelona

El conjunto de Hansi Flick volvió a evidenciar sus carencias defensivas en una noche llena de errores, en la que el talento del joven extremo solo sirvió para evitar una derrota que habría sido aún más dolorosa. El equipo azulgrana, que el curso pasado apenas cedió cinco puntos en toda la fase de grupos, ya ha igualado esa cifra con solo cuatro jornadas disputadas. Ahora tendrá que afrontar la visita al siempre exigente campo del Chelsea con la presión de no poder fallar. La fragilidad atrás es el gran problema: el Barça concede demasiadas oportunidades en cada encuentro y en Bélgica no fue la excepción. Los tres tantos del Brujas podrían incluso haber sido más, pese a la notable actuación ofensiva del conjunto culé.

Flick repite once… y el plan se resquebraja

El técnico alemán quiso dar continuidad al equipo que había brillado el fin de semana anterior ante el Elche, repitiendo la alineación. Pau Cubarsí volvió a quedarse fuera del once, posiblemente por el poderío físico del rival, mientras que Casadó y Frenkie de Jong formaron en el centro del campo pese a estar apercibidos. Dani Olmo y Robert Lewandowski, recién salidos de lesión, comenzaron nuevamente en el banquillo. Sin embargo, el planteamiento de Flick no dio resultado. El Brujas salió con una presión alta e intensa, y apenas a los seis minutos ya se adelantaba en el marcador. El conjunto catalán no consiguió ajustar su línea defensiva, y el portugués Carlos Forbs —una pesadilla constante para Balde— aprovechó los desajustes para asistir a Tresoldi, que superó a Szczesny con facilidad. El delantero local explotó las espaldas de la zaga azulgrana, una debilidad que los rivales vienen aprovechando con frecuencia esta temporada. El técnico Nicky Hayen había estudiado bien al Barça y su plan surtió efecto desde el inicio.

Reacción inmediata, pero sin solidez

El Barça respondió rápido. Tres minutos después, Ferran Torres empataba con un buen remate tras el centro de Fermín López, devolviendo la esperanza. A partir de ahí, los azulgranas dominaron la posesión y generaron peligro, con un disparo de Fermín al palo incluido. Sin embargo, el equipo volvió a caer en su gran defecto: la desconcentración. Un córner a favor terminó convirtiéndose en un contragolpe letal. En apenas cinco toques, el Brujas se plantó ante Szczesny y Forbs firmó el 2-1 tras una cadena de errores en defensa y falta de contundencia en la segunda jugada. Con el marcador en contra, el Barça se volcó sobre el área rival. Lamine Yamal, aparentemente recuperado de sus molestias en el pubis, fue el más incisivo por la banda derecha. Balde buscó profundidad por la izquierda, Koundé estrelló un balón en el travesaño y Ferran rozó el empate antes del descanso tras un gran pase en profundidad del propio Lamine. Pese a las llegadas, los de Flick se marcharon al vestuario por debajo en el marcador.

Lamine lidera la reacción, pero la zaga vuelve a fallar

Nada más comenzar la segunda mitad, el Barça salió decidido a empatar. Casadó y Lamine obligaron a lucirse al portero Jackers, pero el 2-1 seguía inamovible. Flick movió ficha a los diez minutos: Lewandowski y Olmo entraron por Ferran y Casadó, buscando más pegada arriba. Rashford, desacertado durante todo el encuentro, permaneció en el campo. El equipo rozó el gol en varias ocasiones, incluido un disparo lejano de Eric García que volvió a estrellarse en el larguero, el tercero de la noche para los culés. Poco después, Lamine Yamal culminó una jugada individual sensacional para poner el 2-2 con la ayuda de Fermín. Pero la alegría duró poco. La defensa volvió a desmoronarse, y Balde, en un partido para el olvido, sufrió ante un inspiradísimo Forbs, que perdonó una ocasión clarísima antes de volver a marcar para adelantar otra vez al Brujas. Imperdonable.

Lamine rescata al Barça y el VAR evita el desastre

El joven de Rocafonda, silbado por el público local, no se rindió. En plena exhibición de carácter, Lamine Yamal firmó el 3-3 definitivo con la colaboración de Tzolis, que desvió su centro dentro de la portería. El Barça aún tuvo más de diez minutos para intentar el cuarto, pero también para sufrir otro susto monumental: Szczesny cometió un error que permitió marcar a Vermant, aunque el VAR anuló el gol y evitó una derrota que habría sido un auténtico escándalo. Afortunadamente, las molestias de Lamine no reaparecieron y el canterano fue la única nota plenamente positiva de una noche en la que el equipo volvió a mostrar sus debilidades más graves. El empate deja al Barça en una posición incómoda en la tabla y complica sus opciones de clasificación entre los ocho mejores de Europa.