Real Madrid 2 - 1 FC Barcelona

Con un Lamine Yamal limitado físicamente por la pubalgia y hasta siete jugadores lesionados, los azulgranas resistieron como pudieron, aunque terminaron cediendo su segunda derrota en Liga, en un encuentro con polémica arbitral incluida.

Un Barça condicionado por las bajas

Lamine soñaba con firmar su gran Clásico, pero esta vez no pudo ser. A pesar de las dificultades, no se escondió, aunque su rendimiento estuvo mermado por las molestias físicas. El equipo también lo acusó, tanto por la falta de su principal referente ofensivo como por la cantidad de ausencias importantes. En esas condiciones, el Barça logró mantenerse con vida hasta el final, e incluso Koundé rozó el empate, pero los de Flick no consiguieron rescatar un punto.

Un inicio complicado y un Madrid más efectivo

La primera mitad tuvo claro color blanco, aunque el Barcelona pudo haberse marchado al descanso con el marcador igualado. De inicio, el Madrid pareció más precavido, con cuatro centrocampistas dispuestos por Xabi Alonso —entre ellos Camavinga—, sacrificando a Mastantuono para reforzar el medio campo. Sin embargo, los blancos entendieron mejor el plan de su entrenador. Antes del partido, Marcus Sorg, que dirigía al Barça por la sanción de Flick, había señalado que era vital “no perder balones”. Pero en apenas doce minutos, el equipo cometió dos errores que pudieron ser determinantes. Primero, Frenkie de Jong perdió el balón y Soto Grado señaló penalti de Lamine sobre Vinicius. Iglesias Villanueva intervino desde el VAR y corrigió la decisión, al entender que la falta era al revés. Poco después, una pérdida de Fermín dejó a Mbappé mano a mano con Szczesny, pero el gol fue anulado por un fuera de juego milimétrico detectado por el VAR.

El gol de Mbappé y la reacción azulgrana

El Barça no lograba asentarse. Le faltaba orden en la presión y ritmo en la circulación. Lamine apenas podía entrar en juego y fue objeto de una pitada constante del Bernabéu tras sus palabras en la Kings League, que encendieron tanto al público como a los jugadores del Madrid. En el minuto 21, el VAR ya no perdonó. Un pase de Bellingham dejó a Mbappé en ventaja, y el francés batió a Szczesny. Los azulgranas reaccionaron en los últimos diez minutos de la primera parte. Hasta entonces, solo Lamine había probado suerte con un disparo desviado. Ferran tuvo el empate, pero su remate fue más un pase al portero que un tiro claro. Finalmente, el error en la salida de balón de Arda Güler permitió que Fermín igualara tras asistencia de Rashford.

Un nuevo golpe antes del descanso

El Barça no pudo mantener el empate. Cuando faltaban tres minutos para el descanso, Bellingham volvió a marcar, esta vez de cabeza, en una jugada precedida por una falta clara de Huijsen sobre Cubarsí que no fue revisada por el VAR. Una acción que generó mucha protesta en el banquillo azulgrana.

La polémica del penalti y el despertar del Barça

La segunda mitad comenzó igual que terminó la primera: con protagonismo arbitral. Entre Soto Grado e Iglesias Villanueva señalaron penalti por unas supuestas manos de Eric García cuando el central estaba en el suelo. Szczesny detuvo el lanzamiento a Mbappé, manteniendo con vida al Barça. Esa acción pareció reactivar al equipo, que rozó el empate en una jugada en la que Fermín optó por el disparo individual pese a tener a Ferran y Rashford completamente libres.

Cambios y falta de frescura

El partido siguió abierto, aunque con pocas ideas ofensivas. Llamó la atención el cambio de Vinicius por Rodrygo; el brasileño se retiró enfadado, con gestos de protesta, y ni siquiera permaneció en el banquillo, aunque luego regresó. Sorg movió el banquillo con lo que tenía: dio entrada a Araujo por Eric y a Casadó por Ferran a falta de quince minutos. Con tantas bajas, las opciones eran limitadas. Lamine, pese a resentirse por momentos de la pubalgia, empezó a participar más en ataque, y Sorg intentó sorprender con un último movimiento: Bardghji por Cubarsí, desplazando a Lamine a la mediapunta. Pero el Madrid, ya replegado, defendió su ventaja y buscó enfriar el juego. Ni siquiera Araujo, reconvertido a delantero en los últimos instantes, pudo cambiar el destino del encuentro.

Final caliente y un Barça obligado a reaccionar

El choque concluyó con la expulsión de Pedri y una doble tangana. Primero, un enfrentamiento en los banquillos tras una provocación del “impresentable de siempre”, y después en el campo, cuando varios jugadores del Real Madrid se encararon con Lamine. Con esta derrota, el Barça queda ahora a cinco puntos del liderato. Aún queda mucha Liga por delante, pero el Madrid celebró el triunfo como si se tratara de un título.