El encuentro en Son Moix ya se anticipaba complicado, aunque el foco inicial estaba puesto en el horario elegido en pleno agosto, que levantó críticas por las altas temperaturas en la isla. Sin embargo, los problemas de los bermellones llegaron por otra vía: las decisiones arbitrales y un Barça que no dio tregua.

El conjunto azulgrana mostró la misma energía con la que cerró la temporada pasada. Lejos de parecer recién regresados de las vacaciones, los de Flick exhibieron un gran nivel y confirmaron que quieren pelear por todo nuevamente.

Inicio fulgurante de los culés

El análisis del duelo se complica porque el Mallorca se quedó con nueve jugadores muy pronto, tras la acción polémica que desembocó en el segundo gol de Ferran y encendió a la grada.

Los culés arrancaron con intensidad y rápidamente Raphinha abrió el marcador tras un centro preciso de Lamine Yamal, imparable por su banda. Mojica nunca logró frenarlo y el joven talento del Barça volvió a dejar muestras de su enorme calidad.

El Mallorca reaccionó y generó peligro en el área de Joan García, que todavía arrastraba molestias por un golpe en un entrenamiento. Sin embargo, ni Muriqi ni Sergi Darder acertaron en la definición y el 0-1 se mantuvo.

La acción que cambió todo

La jugada que marcó el rumbo del partido llegó en el minuto 23. Tras un disparo de Lamine, Raíllo recibió el balón en la cara y cayó al suelo. Con el capitán mallorquinista en el césped y todos esperando la interrupción, Ferran Torres aprovechó y clavó el balón en la escuadra.

El desconcierto fue absoluto. Los jugadores locales protestaron al considerar que el árbitro debía detener el juego, mientras que los culés defendieron que el golpe no era suficiente para parar la jugada. Munuera dejó seguir y el tanto subió al marcador.

Al inicio los azulgranas dudaron si celebrar, pensando que sería anulado, pero no fue así. En apenas diez minutos el Mallorca pasó de estar 0-1 a 0-2 y con dos hombres menos.

Dos expulsiones en seis minutos

La primera roja llegó para Morlanes, que ya había visto amarilla por protestar y después cometió falta sobre Lamine.

Seis minutos más tarde, Muriqi, en un intento desesperado por generar peligro, impactó con dureza en la oreja de Joan García. El árbitro primero mostró amarilla, pero el VAR corrigió y acabó expulsándolo.

El estadio estalló de indignación cuando Raphinha realizó una entrada muy peligrosa sobre Mateu Jaume sin recibir sanción mayor. El brasileño pudo haber causado una lesión grave, aunque terminó librándose.

Lamine sentencia con su sello personal

Pese a jugar con nueve, el Mallorca ajustó su planteamiento y llegó a inquietar al Barça, que veía cómodo el 0-2.

En los minutos finales, Lamine Yamal se encaró con Jan Salas, recibiendo una fuerte pitada. La respuesta del joven crack fue inmediata: anotó un golazo y celebró con su ya característico gesto de la corona.

El Barça arranca la temporada como la terminó: sumando de tres en tres. Las dos expulsiones facilitaron el camino, pero la polémica acción de Ferran Torres en Son Moix marcó el desarrollo de un partido muy caliente.