Roony Bardghji enciende la mecha

Roony Bardghji, de tan solo 19 años, volvió a ser una de las notas más positivas del encuentro ante el Girona. Todo indicaba que partiría nuevamente como titular, pero Hansi Flick optó finalmente por Lamine en el once inicial. Sin embargo, cuando el partido estaba en un momento crítico, el técnico alemán recurrió a él. Corría el minuto 64, con el marcador empatado 1-1, cuando ingresó al terreno de juego sustituyendo nada menos que a la estrella del equipo. Un contexto de máxima tensión que el sueco afrontó con madurez y determinación. Desde su entrada, Bardghji tuvo un impacto inmediato en un tramo final de partido lleno de vértigo. Se situó en el costado derecho y rápidamente dejó huella: una asistencia con el exterior que Rashford no logró concretar. Pocos podían creer que el delantero inglés no convirtiera esa ocasión tan clara. Roony había generado una jugada brillante y se mostró como uno de los atacantes más incisivos del equipo. Lo más destacable del sueco es su capacidad para decidir bien bajo presión, pese a ser un jugador eminentemente vertical.

Subiendo el ritmo

Ante el Girona disputó 26 minutos, en los que tocó el balón 20 veces, completó 12 de los 13 pases que intentó y ganó la mitad de los duelos. Además, fue clave en la presión sin balón. Bardghji volvió a rozar el gol y dejó la impresión de que aún tiene mucho más por ofrecer. Da la sensación de que, una vez marque su primer tanto, su rendimiento podría despegar definitivamente. La chispa está encendida, solo falta la explosión. En los últimos encuentros se le nota un punto más de intensidad, especialmente al arrancar con el balón. También lo demostró durante el parón internacional con Suecia. "Roony es un jugador de primer nivel. No lo veo como un talento que tenga una oportunidad, está consolidado. Está donde está por algo. Creo que llega con muy buena energía. Es una pena para él que estemos en esa situación y que perdamos. Pero para mí, creo que fue un rayo de luz para nosotros", declaró Isak, la gran figura de la selección sueca. En el Barça, Flick continúa dándole minutos para que gane ritmo y confianza tras una etapa complicada marcada por una grave lesión y la falta de continuidad. “Hansi es como un padre. Habla mucho conmigo, me guía; me hace sentir importante”, confesó el propio Bardghji. El entrenador alemán confía plenamente en él, convencido de que sabe manejar la presión que implica vestir la camiseta del Barça y que posee cualidades de futbolista de élite. En el gol de Araujo quedó nuevamente patente su serenidad al inicio de la jugada: De Jong prolongó la acción y el uruguayo culminó como un auténtico delantero. Durante la pretemporada, Bardghji fue una de las grandes revelaciones, y en este inicio de curso busca demostrar que puede ser mucho más que un jugador de destellos. Su gran desafío es transformar su enorme potencial en cifras concretas. Y todo indica que ese momento está cada vez más cerca.