El Barça se estrenó en la Champions con un triunfo de mérito (2-1) en uno de los estadios más difíciles del continente, el histórico St. James Park, hogar del Newcastle. El gran protagonista fue Marcus Rashford, que se estrenó como goleador culé con dos tantos espectaculares al más puro estilo inglés.

El once de Flick para una noche grande

Hansi Flick no quiso sorpresas y apostó por un equipo experimentado, con hasta cuatro cambios respecto al duelo frente al Valencia. Entraron Araujo, De Jong, Lewandowski y Raphinha, dejando fuera a Eric García, Casadó, Ferran Torres y Bardghji.

El ambiente fue imponente. El estadio rugió al ritmo de “Back in Black” de AC/DC, con un guiño al histórico triunfo del Newcastle frente al Barça hace 28 años (3-2 con hat-trick de Faustino Asprilla), presente en el palco como invitado de honor.

Un inicio cuesta arriba

El Newcastle arrancó imponiendo su ritmo y durante los primeros minutos el Barça sufrió. La falta de control en el mediocampo dejó al equipo sin su bien más preciado: el balón. El escenario era complicado, con la energía propia de un estadio inglés lleno de historia.

Los primeros destellos ofensivos culés llegaron con acciones aisladas de Rashford, aunque el verdadero héroe de la primera mitad fue Joan Garcia. El guardameta debutaba en Champions y lo hizo como un veterano, con una parada milagrosa a Barnes tras un centro de Elanga que ya es candidata a mejor intervención de la temporada. Además, dominó con seguridad todas las jugadas aéreas, pese a los silbidos de la afición local, que aún recuerda que el Newcastle estuvo muy cerca de ficharlo el pasado verano.

El despertar del Barça

El conjunto blaugrana logró asentarse en el tramo final de la primera parte y cerró el primer acto con mayor control. Pero la verdadera revolución llegó tras el descanso. El Newcastle volvió a salir con intensidad, aunque esta vez Rashford no perdonó.

Un centro preciso de Koundé con la pierna izquierda encontró la cabeza del delantero inglés, que remató con un giro impecable para poner el 0-1 y silenciar el estadio. Era su primer gol como culé y el banquillo lo celebró por todo lo alto.

Un golazo para la historia

Con la confianza por las nubes, Rashford se atrevió con una obra de arte. Recorte hacia dentro, espacio ganado y un disparo cruzado imparable que se coló en la escuadra tras tocar el larguero. Un auténtico cañonazo que desató la euforia culé y puso el 0-2.

El Newcastle no se rindió y consiguió recortar distancias con un gol de Gordon, que remató en el segundo palo tras una asistencia de Murphy. El tramo final estuvo cargado de tensión, pero el Barça, con madurez y templanza, supo resistir y aseguró sus primeros tres puntos en la fase de grupos.