Objetivo: recuperar a Lamine

Desde que el joven de Rocafonda regresó de su convocatoria con la selección española a inicios de septiembre con molestias en el pubis, su rendimiento no ha sido el mismo. Ha estado ausente en cinco encuentros por culpa de la lesión y, en los que ha podido jugar, se le ha visto mermado físicamente. Su regreso ante la Real Sociedad fue prometedor, con una excelente media hora que resultó clave en la victoria del equipo de Hansi Flick, pero poco después tuvo que volver a detenerse, perdiéndose el choque ante el Sevilla. Desde entonces, apenas ha marcado un gol —ante el Olympiacos y de penalti— y su capacidad para el regate ha disminuido notablemente, pues le cuesta más desbordar rivales.

Un Clásico complicado

El Clásico en el Santiago Bernabéu fue especialmente duro para Lamine. Sus declaraciones previas, realizadas en un contexto de la Kings League, donde comentó que “el Real Madrid robaba” al comparar al club blanco con el equipo Porcinos de Ibai Llanos, cayeron muy mal en el entorno madridista. Los aficionados y los jugadores rivales estaban esperando su visita, y su actuación terminó siendo discreta. Durante el encuentro, tuvo que detenerse varias veces para estirar por las molestias en el pubis, y al finalizar el partido, varios futbolistas del Real Madrid se dirigieron a él tras conseguir la victoria.

Recuperar al mejor Lamine

Superado el duelo ante el eterno rival, en el Barça consideran que el principal objetivo ahora es recuperar la mejor versión de Lamine Yamal. El club quiere que el canterano vuelva a ser el jugador determinante que deslumbró con solo 17 años, cuando ya se convirtió en una de las grandes promesas del fútbol mundial. En la entidad azulgrana hay confianza absoluta en su potencial y en que será uno de los pilares del proyecto a largo plazo. Por eso se le otorgó el número ‘10’, símbolo de liderazgo y responsabilidad. Desde el club creen que lo más importante en este momento es su total recuperación de la pubalgia para que pueda volver a sentirse parte activa del equipo. Están convencidos de que, una vez superados sus problemas físicos, Lamine volverá a ser uno de los jugadores más decisivos del planeta y podrá liderar al Barça hacia nuevos títulos, como hizo el pasado curso.

Gestión y protección del jugador

Dentro del club no escondieron su descontento por las declaraciones previas al Clásico, ya que las consideraron innecesarias y contraproducentes. Creen que sirvieron de motivación extra para el Real Madrid, que ya tenía ganas de revancha tras las cuatro victorias culés de la temporada anterior. Incluso, según llegó a oídos de algún miembro de la directiva, varios jugadores blancos habrían solicitado jugar por la banda izquierda para “castigar” al extremo azulgrana durante el partido. Por ello, tanto desde el club como desde su entorno, con Jorge Mendes a la cabeza, se mantendrá un seguimiento muy cercano del futbolista para evitar que repita errores similares, fruto de su juventud —solo tiene 18 años—, y también para protegerlo en el plano personal, reduciendo su exposición mediática y en redes sociales.

Pasar página y centrarse en su recuperación

La intención del Barça es clara: pasar página cuanto antes. En el club consideran que lo mejor para todos es dejar atrás lo sucedido en el Santiago Bernabéu y rebajar la tensión mediática. Quieren que Lamine se enfoque exclusivamente en recuperarse completamente de la pubalgia, una dolencia complicada que requiere tiempo y paciencia, pero que, una vez superada, le permitirá volver a desplegar todo su talento sobre el césped. Además, en algunos sectores del club sospechan que desde Madrid podría haberse impulsado una campaña de desprestigio contra el joven futbolista, temiendo que pueda convertirse en un nuevo “dolor de cabeza” para el Real Madrid, como lo fue Messi durante más de una década. Por eso, en el Barça están decididos a proteger a Lamine Yamal en todos los frentes y asegurar que crezca en el entorno más estable posible.