Raphinha se ha quedado en Barcelona durante este parón internacional. Ha esquivado la minigira por Asia que la Confederação Brasileira de Futebol (CBF) organizó para estas fechas. Su conocida ausencia, sin embargo, tiene un motivo poco alentador: una lesión muscular que lo ha mantenido apartado de los terrenos de juego durante unas tres semanas, según el departamento médico azulgrana. El extremo sufrió una rotura en el tercio medio del bíceps femoral del muslo derecho, producida en la victoria culé ante el Oviedo (1-3), cuando debió ser reemplazado por Lewandowski en el minuto 65.

Amistosos con menos impacto

En noviembre volverá a haber fecha FIFA, algo que causa frustración tanto en Europa como en Sudamérica, ya que coincide con el momento más exigente de la temporada, cuando se empiezan a decidir los títulos. La CBF, que al igual que otras federaciones prioriza sus propios intereses, ha mostrado cierta sensatez al planificar dos amistosos ante selecciones africanas en suelo europeo. Aunque aún falta la confirmación oficial, los posibles rivales serían Senegal y Túnez, siempre que estas selecciones no deban disputar la repesca del Mundial 2026, cuyo desenlace se sabrá en octubre. El primer encuentro de la Seleção, dirigida por Carlo Ancelotti, se celebrará en el Emirates Stadium de Londres, y el segundo en el Stade de France de París. Con todas sus estrellas disponibles, el combinado brasileño espera llenar ambos estadios.

Una buena noticia para el Barça

Dentro de las complicaciones que las convocatorias internacionales suponen para la planificación de Hansi Flick, la permanencia de Raphinha en Europa puede considerarse positiva, especialmente tras lo sucedido en los últimos meses. El jugador se ahorrará el desgaste físico y mental de los largos desplazamientos, como el que realizaron ahora sus compañeros para jugar en Seúl y Tokio, o el que él mismo afrontó en septiembre. En aquella ocasión, para disgusto del cuerpo técnico culé, Carlo Ancelotti decidió exprimirlo, a pesar de no haber citado a ningún futbolista del Real Madrid. El técnico italiano, que ya tenía asegurada la clasificación al Mundial 2026, hizo jugar al extremo azulgrana frente a Chile en Maracaná y luego en la altitud de 4.100 metros en Bolivia. En esa misma convocatoria también participó Marquinhos, otro de los referentes de la Canarinha, que al igual que Raphinha terminó sufriendo un problema muscular y actualmente continúa su recuperación en París.