Las claves de Flick para reanimar a un Barça golpeado

Quizás porque el curso pasado dejó el listón muy alto, ahora todo parece costar más. El inicio de la primera temporada de Flick fue soñado: presión alta perfectamente coordinada, la famosa línea del fuera de juego funcionando como una máquina y victorias contundentes. Aquello fue un arranque de película. Aunque hubo altibajos, el balance global fue sobresaliente, muy por encima de las expectativas cuando se anunció su llegada en verano. El problema radica en que ese nivel fue tan elevado que cualquier tropiezo actual se percibe como un retroceso. Sin embargo, tal vez ahora se aprecia más el enorme mérito de lo que consiguió Flick con un grupo de jóvenes inexpertos a los que dio su gran oportunidad. Los rivales, conscientes del estilo agresivo del técnico alemán, han sabido cómo contrarrestarlo, y esa línea adelantada que antes era su fortaleza, hoy parece más una vulnerabilidad.

Una defensa que ya no es tan firme

El Barça recibe más ocasiones que el curso pasado. Ese riesgo extremo siempre implicaba jugadas al límite, con duelos uno contra uno frente al portero, pero antes la balanza era positiva. Ahora, Flick trabaja desde hace semanas para corregirlo. No es tarea sencilla, y aunque no renuncia a su filosofía, es evidente que algo no está funcionando como debería. No obstante, el problema no es únicamente táctico. Las lesiones están haciendo mucho daño. En el Clásico, el Barça llegó con ausencias muy importantes, más que su rival, y recuperar jugadores será clave para volver a competir al máximo nivel. Un vistazo al banquillo en el Bernabéu lo dice todo: la mayoría eran jóvenes con escasa experiencia en Primera. Flick apenas tenía opciones de revulsivo. Por eso, recuperar efectivos y ampliar la rotación es fundamental para que el equipo levante el vuelo.

Raphinha, una ausencia que se nota demasiado

Joan García, Lewandowski, Dani Olmo y Raphinha. Dos de los tres atacantes titulares, fuera de combate. El portero de Sallent, fichaje clave del verano, también lesionado. Y Olmo, pieza determinante la pasada campaña, sin continuidad. Sin ellos, el Barça pierde energía e impacto. Pero eso no puede ser una excusa: el equipo sigue teniendo recursos suficientes para ofrecer buen fútbol y autoridad en el campo. Otro aspecto preocupante es el estado de Lamine Yamal. En el Clásico se le vio lejos de su mejor nivel, sin esa chispa y desequilibrio característicos. Su pubalgia le impide rendir al 100%. Es un tema serio. Si necesita un mes para recuperarse por completo, debe hacerlo. Lo fundamental es que sane totalmente. La prioridad es que el joven talento de Rocafonda llegue en plenas condiciones a partir de enero.

La pubalgia de Lamine y la necesidad de ajustes

Con Lamine sano y los lesionados de vuelta, la perspectiva cambiará. Pero también será necesario ajustar piezas. Algunos jugadores no atraviesan su mejor momento: Cubarsí muestra menos fiabilidad (algo normal con 18 años), Balde ha perdido profundidad, Koundé está lejos de su versión anterior, y la baja de Iñigo Martínez se nota más de lo esperado. Aun así, este es un momento para construir y no lamentarse. Flick es consciente de que debe hacer retoques, y ahora, con los próximos compromisos ante Elche, Brujas y Celta, llega una nueva oportunidad para reordenar ideas antes del parón. La situación dista mucho de ser dramática. En LaLiga, los cinco puntos de desventaja son remontables: queda mucho por jugar. Y en Champions League, el panorama es positivo. Eso sí, hay que asumir que, en las condiciones actuales, será complicado alcanzar el nivel de excelencia mostrado hace unos meses.