La frustración de Julián Álvarez le acerca al Barça

A pesar del marcador, Julián Álvarez fue el único que destacó, generando múltiples ocasiones y rozando el gol en al menos dos oportunidades. Sin embargo, su cara al final del partido lo decía todo: la frustración empieza a hacerse evidente. Aunque el futbolista ha preferido no hablar abiertamente sobre su futuro, su entorno ya ha dejado entrever que, si el proyecto colchonero no le ofrece garantías de competir por títulos, el argentino considerará una salida. En ese escenario, el FC Barcelona sigue muy atento a lo que pueda suceder.

Una apuesta ambiciosa que no termina de funcionar

Álvarez decidió fichar por el Atlético de Madrid seducido por Diego Simeone y por el proyecto que el club le presentó. Los rojiblancos invirtieron cerca de 80 millones de euros para sacarlo del Manchester City, donde no era titular indiscutido. Su llegada suponía un paso importante en su carrera y el cumplimiento de su deseo de jugar en la Liga española. Además, se le prometió un equipo capaz de luchar por todos los títulos. Durante el verano, la directiva realizó una inversión de más de 175 millones de euros en fichajes, pero los resultados no han estado a la altura de las expectativas. Simeone no ha logrado encajar a nuevas incorporaciones como Baena, y Julián Álvarez carece de un socio ofensivo que le complemente. En la Liga, el Atlético se muestra lejos de Barça y Madrid, y en Europa ya sufrió un baño de realidad ante el Arsenal, a pesar del rendimiento sobresaliente del argentino, que incluso fue elogiado por los jugadores londinenses al final del encuentro, un gesto que muchos interpretan como un guiño hacia el futuro.

Un jugador al límite

Durante el encuentro, la frustración de Julián Álvarez era evidente. Tras el tercer y cuarto gol del Arsenal, su lenguaje corporal lo decía todo. Simeone optó por mantenerlo en el campo, siendo el único que generaba peligro, pero terminó exhausto y cabizbajo. Su imagen abandonando el césped reflejó fielmente su estado de ánimo. No es la primera vez que se muestra molesto: ya lo hizo en el partido de Liga ante el Mallorca, cuando fue sustituido y se quejó abiertamente de que el técnico “siempre le cambiaba a él”.

El futuro de Julián: entre la gratitud y la ambición

Tanto el jugador como su entorno no planean tomar decisiones inmediatas. Su compromiso con el Atlético se mantiene, al menos hasta 2026, y agradecen la confianza que el club depositó en él. No obstante, reconocen que, si el proyecto no progresa, será momento de buscar nuevos horizontes. Desde el club madrileño, la postura es clara: no quieren venderle y están dispuestos a ofrecerle una renovación con un aumento salarial. La cláusula de rescisión, fijada en 500 millones de euros, hace casi imposible una salida, aunque si el jugador expresa su deseo de marcharse, el escenario podría cambiar. En los despachos ya se especula con que el Atlético podría aceptar una oferta cercana a 200 millones de euros, una cifra que solo equipos como el PSG podrían asumir. Sin embargo, esta no parece ser una valoración realista y todo dependería de la presión que el futbolista ejerza. En el caso del Barça, su interés es firme, pero el fichaje solo sería viable si se dan dos condiciones: una reducción del precio —actualmente Transfermarkt valora al jugador en unos 100 millones de euros— y la posibilidad de incluir jugadores en la operación.

Una relación fluida entre Atlético y Barça

Ambos clubes mantienen buenas relaciones institucionales y han cerrado operaciones de todo tipo en los últimos años. El ejemplo más reciente fue el de Clément Lenglet, que recibió la carta de libertad del Barça para poder fichar por el Atlético. Además, el club rojiblanco ha mostrado interés en varios futbolistas azulgranas en las últimas temporadas. Por ello, una hipotética llegada de Julián Álvarez al FC Barcelona no es descabellada, siempre y cuando se cumplan los factores necesarios. El primero de ellos, su deseo de salir del Atlético, parece ir en aumento conforme avanza la temporada y las frustraciones se acumulan.