El presidente Joan Laporta aprovechó el vuelo de regreso desde Sevilla a Barcelona para mantener una conversación con el técnico alemán. Durante el diálogo, le expresó su apoyo incondicional y la plena confianza en sus decisiones, seguro de que el Barça volverá a competir por todos los títulos en juego.

Análisis interno y autocrítica

El malestar por la goleada en Sevilla fue evidente, empezando por el propio Flick, quien, aunque no quiso mostrarse demasiado crítico en público, fue el primero en reconocer los errores. El técnico es consciente de que hubo fallos individuales y colectivos que resultaron determinantes, pero también considera que estas derrotas —ante el PSG y el Sevilla— pueden servir como impulso para fortalecer al equipo de cara a los próximos meses. El entrenador ya ha identificado los aspectos a mejorar, especialmente en la presión y el sistema defensivo, con el objetivo de conseguir un conjunto más equilibrado y competitivo. Según su entorno, Flick transmitió que está convencido de que el equipo volverá a su mejor nivel en pocas semanas y se muestra optimista con el futuro a pesar de los contratiempos recientes. Le gustó la actitud del equipo en distintos tramos de ambos encuentros: la primera parte frente al PSG y la reacción en el segundo tiempo ante el Sevilla. El alemán también considera que el marcador final fue demasiado abultado, condicionado por el hecho de que el Barça se volcó completamente al ataque en busca de la remontada.

Un parón necesario para recuperar fuerzas

Para Hansi Flick, el parón internacional llega en un momento oportuno. Permitirá a los jugadores desconectar mentalmente, ya sea con sus selecciones o trabajando en Barcelona, y servirá para recuperar efectivos importantes. El técnico espera contar de nuevo con Lamine Yamal, Raphinha, Fermín López y Joan García, futbolistas que considera fundamentales en su sistema táctico. Aunque Flick no utiliza las bajas como excusa para justificar las derrotas, en el club son conscientes de que las limitaciones en ciertas posiciones han obligado a algunos jugadores a acumular demasiados minutos, lo que ha generado un evidente desgaste físico.

Tranquilidad en la directiva y mirada al futuro

Desde los despachos del Camp Nou se respira serenidad. En el club consideran que los resultados actuales son totalmente normales a estas alturas del curso y recuerdan que la pasada temporada se vivió una situación casi idéntica: una derrota en Champions y otra en Liga por estas mismas fechas. Entonces, el equipo también atravesó un pequeño bache entre noviembre y diciembre debido a las lesiones, algo que este año se ha adelantado. Los dirigentes blaugrana insisten en que queda mucha temporada por delante y que lo importante es mantener la calma, ya que los registros actuales entran dentro de la lógica.

Objetivo: reaccionar tras el parón

Hansi Flick concederá algunos días de descanso a la plantilla para recargar energías después de un inicio de curso muy exigente. La meta es que el equipo alcance su mejor forma tras la pausa internacional. El Barça se medirá al Girona en el primer partido de la reanudación liguera y posteriormente recibirá al Olympiacos en Champions. Ambos encuentros son vistos como oportunidades perfectas para recuperar sensaciones y confianza antes del gran desafío del mes: el Clásico del 26 de octubre en el Santiago Bernabéu. Aunque este duelo no será decisivo en la lucha por el título, sí puede tener una gran influencia emocional en el desarrollo de la temporada. Flick tiene señalado ese partido en rojo, recordando que el año pasado el Barça ya dio un golpe de autoridad en el clásico, y confía en que su equipo vuelva a hacerlo.